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ENDE (La historia interminable, 1979)
“El Mar de Hierba, situado tras los Montes de Plata, estaba a muchos, muchísimos días de camino de la Torre de Marfil. Se trataba de una pradera que, realmente, era tan ancha y tan grande y tan plana como el mar. Una hierba jugosa crecía en ella hasta la altura de un hombre y, cuando el viento la acariciaba, las olas la recorrían como si fuera el océano y murmuraba lo mismo que el agua.
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FALUDY (Días felices en el infierno, 1938-1953)
“Pero mi mayor felicidad era ir al molino y tirarme encima de los sacos de harina. El molino se hallaba en la parte baja del jardín. Mi abuelo se entretenía en sus asuntos con gestos lentos y ceremoniosos. A veces, se paraba delante de mí y me hablaba. Me miraba con sus ojos saltones, inclinaba […]