“Lo que están a punto de ver probablemente no sea fácil, pero creo que es importante hacerlo”. Con esta frase, a medida de advertencia, el escritor de ciencia ficción y fantasía Terry Pratchett, comienza el documental titulado “Eligiendo morir”, producido por la BBC de Londres y difundido en el año 2011 en cadena nacional.
Se pregunta Pratchett, “¿es posible que yo, o inclusive tu, podamos elegir la muerte que queremos?”. El documental aborda el tema de la muerte asistida o eutanasia, opción que afronta un impedimento legal en la mayoría de los países, exceptuando Suiza, Holanda y Bélgica, en el resto de los países ni siquiera existe legislación al respecto.
Entonces, ¿qué hacer en caso de una enfermedad terminal? ¿Esperar a la muerte mientras que el cuerpo termina de degradarse o cometer suicidio? ¿En qué medida las prohibiciones legales socavan el deber del hombre, su moral, su deseo de morir? ¿Es ético el alargamiento de una existencia reducida contra la voluntad del enfermo? Es un ridículo la mayor parte de la veces, pues el orden legal sobrepone a los ordenes moral y ético, es decir, al deber propio, desinteresado y sin egoísmo, y al cuidado de los otros, el orden del amor. Decidir cómo morir probablemente sea la máxima representación de nuestra libertad.
La muerte nos alcanza a todos por igual. No distingue. A lo largo del documental, Pratchett se entrevista y acompaña a diferentes hombres que han decidido considerar la posibilidad de la muerte asistida. Hombres de diferentes nacionalidades y edades, de diferentes situaciones sociales y temores. Tenemos a un hombre galante de fortuna económica, con una enfermedad del sistema nervioso progresiva que, día a día, avasalla con inminencia la pérdida de la movilidad. Otro, el encuentro con la esposa de un escritor holandés con Alzheimer, quien decide ejercer su posibilidad a morir antes de que los síntomas avancen más. También, un taxista cuadraplégico que, conciente acerca de la ilegalidad de la muerte asistida en el Reino Unido, decide estar en un hospicio y morir ahí de manera “natural”. Y por último, un jóven de cuarenta y dos años, que ante los avances de un cuadro de ecleriosis múltiple, decide terminar con su vida por temor a la inutilidad.
Morimos en soledad, nadie puede experimentar nuestra muerte más que nosotros. Y al mismo tiempo con nosotros mueren otros: nuestros recuerdos, nuestras culpas, nuestros temores, nuestras relaciones, nuestras posibilidades. “La muerte es el fin de las posibilidades”, apunta Heidegger.
¿Qué te hace no elegir morir ahora? ¿Porqué continuar con tu vida? Recuerdo a Nietzsche: “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo“.
“Saber que podemos morir nos da fuerza”. 71% de la gente que considera algún servicio de muerte asistida y que recibe la aprobación para continuar con el proceso, decide no hacerlo. ¿Es el límite de la vida lo que da sentido a ella?
Todos solemos opinar sobre la muerte de los otros. “Una muerte digna es lo que merece, ¡por el amor de dios!” o “No merece estar conectada a una máquina, ¡¿qué vida es esa?!”. ¿Qué hay de nuestra muerte? ¿Qué nos decimos a nosotros mismos acerca de la amenaza de dejar de ser quienes somos? ¿Qué nos hace tener angustia de la muerte? Si es una cuestión de tiempo de vida, ¿acaso no hemos vivido nuestra vida de una manera enriquecida, engrosada, vitalizada, apropiada? ¿Qué nos sucede cuándo pensamos en la muerte de los otros?
“… inyectar el veneno, yo no lo haría. Yo le doy el veneno a la persona y es ella quien decide si lo toma o no”, comenta enfática la doctora que aprueba o no, la petición de los clientes que buscan la muerte asisitida.
¿Qué tendría que pasar en tu vida para que decidiéras suicidarte? ¿Cómo lo harías? ¿Qué quedaría pendiente en tu vida? Bien decía Montaigne que, “Yo me guardaré, si puedo, de que mi muerte diga nada que primero no haya dicho mi vida, y abiertamente”.
Este documental representa una oportunidad de reflexionar acerca de nuestra propia muerte y, probablemente, hacerlo nos abra otras posibilidades para lo que Sócrates llamaría la “buen vida”, aquella que es vivida teniendo de frente nuestro trágico destino: la muerte.