El mundo roto y la persona funcional de Gabriel Marcel
Gabriel Marcel, pensador cristiano contemporáneo a Heidegger, comienza sus ensayos filosóficos a partir de la observación de la vida cotidiana. Se pregunta:
“¿Cómo puede ser la vida o la realidad interior, por ejemplo, de cualquier empleado del metro?: el hombre que abre y cierra las puertas, o el que pica los billetes. Hay que reconocer que, en él y fuera de él a la vez, todo concurre para determinar la identificación entre este hombre y sus funciones.”
Acota Marcel que no sólo le interesan las funciones desempeñadas en el trabajo, sino la manera en cómo se afectan las funciones vitales (dormir, comer, etc.) para poder desempeñar dichas funciones laborales. Una especie de baremo. Como se dá lo anterior, es necesario que el Hombre Funciones se someta a verificaciones periódicas, similar a una máquina. La muerte es vista como el desecho, lo inutilizable, lo puesta fuera de uso.
El mundo roto
Ante la monotonía de actividades que dictan nuestro día a día, comenzamos a replicar y creer que en la vida se realizan tareas en dependencia de la función que se hace: ser hijo, ser padre, cónyuge, ciudadano, descansar una vez al año, etc., y las tareas asignadas socialmente a dichos roles.
- Consecuencia → Cambio paulatino de la realidad interna → Lo que comienza siendo rutina, termina siendo aceptado con indiferencia hasta que la sensación de insatisfacción con la funcionalidad de la tarea se pierde.
Persona Funcional
Terminamos viéndonos como una amalgama de funciones que ejecutamos: Trabajar, entretenimiento, descansar, alimentarse, vacaciones, Dios, check-up anual, … y un largo etc.
El maravillarse y la exigencia de trascender pueden ir marchitándose y morir. Hasta se pierde la intuición de que el mundo está roto → El mundo tecnológico. Descripción de un mundo en el que la idea de función está desorbitada, extrapolada más allá de todo límite razonable. Un mundo donde el hombre ha quedado reducido a un conjunto de funciones: trabajador, consumidor, productor, … funcionario. La deshumanización.
“Apenas es necesario insistir en la impresión de asfixiante tristeza que se desprende de un mundo cuyo eje central es la función”.
No sólo ver el mundo de las funciones sino ser tratado como función.
“En mundo centrado en la idea de función, la vida está expuesta a la desesperación, desemboca en la desesperación”.
Para Marcel, desesperar es todo lo contrario a hacer la experiencia de la esperanza. La esperanza, en efecto, será aquel acto por el cual queda superada y vencida la tentación de desesperar.
- Ante lo hueco del mundo → Desesperación → Ante la desesperación → Ciertos poderes secreto que la vida no está en condiciones de pensar, ni de reconocer.
- Mundo roto → Lleno de problemas → no hace lugar al Misterio, como el nacimiento, el amor, la muerte…
- Mundo roto →Infinidad de problemas → Como no conocemos el detalle de las causas, lo investigamos indefinidamente.
Bibliografía: Gabriel Marcel, Aproximación al misterio del Ser (Posición y aproximaciones concretas al misterio ontológico), Tr. José Luis Cañas Fernández. Buenos Aires: Encuentro, sin año, p. 21-82.