Radiohead (Hail to the thief, 2003)
Hay eventos que hacen brillar lo humano; logros que nos ponen en lo alto como especie a lo largo de los siglos. Y, por otra parte, tenemos la mayor extinción de especies desde los dinosaurios. Es paradójico el avance de los humanos. Están presentes para Richard Tarnas dos paradigmas fundamentales, dos grandes mitos, estructuras arquetípicas de significado: ¿cómo construimos algo como un hecho?
1er. Paradigma (El mito del Progreso)
“La historia como la evolución de la conciencia humana en un relato épico del progreso humano”. De la obscuridad del desconocimiento al brillo. Hacia adelante y hacia arriba. El héroe que vence sus limitaciones (impuestas por la naturaleza y la tradición) y avanza hacia un futuro prometedor de descubrimientos continuos del cosmos. A tal grado es la aceptación de este paradigma que se vuelve nuestro “sentido común”.
2do. paradigma (El mito de la Caída)
La separación del mundo y el alejamiento de esta condición primordial. Nos escindimos del mundo y con ello lo desacralizamos, es decir, vemos al mundo instrumentalmente (e.g. como recurso), atentamos contra los pueblos originarios, “la pérdida de fe en las realidades espirituales”. ¿Resultado? Un alma que cada vez se siente más “aislada, superficial e irrealizada”.
Ambos mitos se contraponen aunque también se combinan en distinto orden, estando presentes en nuestras narrativas contemporáneas. Inclusive ninguno sería posible sin el otro. Aunque ambos paradigmas son verdaderos en sus afirmaciones, Tarnas (siguiendo a John Stuart Mill) menciona que, al mismo tiempo, también se equivocan pues son parciales (no lo dicen todo, esconden algo). El punto aquí es que ambos paradigmas coexisten, que no es válido considerarlos por separado; que ambas constituyen una visión más amplia y compleja.
3er. Paradigma (Posmodernismo)
Refuta los dos paradigmas anteriores y su coexistencia. Su postura es que no hay un modelo coherente en la historia o la evolución humana, “ninguno que sea independiente de la interpretación humana”. Es un paradigma escéptico. El modelo recae en la interpretación (ahistórica, diría yo) y no en los hechos (objeto histórico). Por tanto, el modelo recae exclusivamente en lo humano pues sólo lo humano interpreta el mundo.
“Es imposible percibir el objeto como si no estuviera selectivamente conformado por un marco interpretativo, él mismo modelado y construido por fuerzas que los trascienden y que trascienden la conciencia del sujeto que interpreta. El conocimiento de la historia, como el de cualquier otra cosa, es siempre cambiante, libre, y carece de fundamento en una realidad objetiva. Más que reconocidos en los fenómenos, los modelos son leídos en ellos. La historia, al fin y al cabo, es sólo una construcción conceptual”.
Un “factor radicalmente interpretativo en toda experiencia y conocimiento humano”. Un “relativismo aparentemente libre de paradigmas, según el cual no hay en historia modelo o sentido alguno que no sea una construcción conceptual que la mente humana proyecta sobre la historia, es sin duda otro paradigma”.
Es la “perspectiva deconstructivista posmoderna” y su implacable erosión de sentidos fundamentales que promueve.
Referencia:
Richard Tarnas, Cosmos y Psique, Tr. Marco Aurelio Galmarini. Girona: Atalanta, 3ª edición, 2006.