En junio del 2012 nació el Diálogo Existencial (Leemos filosofía… hacemos psicoterapia). Lo concebí (inicialmente) como un apoyo en la construcción de mi propio estilo terapéutico: necesitaba poner a prueba mi propia construcción de la Psicoterapia Existencial ante los ojos ajenos. También, hay que decirlo, aprovecharlo como medio promocional de mi quehacer vocacional.
Así como ésta última, existen muchas intenciones egoístas al compartir contenido en el sitio y también la creencia de que alguien, en otro lado del mundo distinto a la Ciudad de México, puede encontrar valor en los referentes que, personalmente, dan sentido y soporte a mí búsqueda y que decido hacer públicos.
El año 2017, aunque fue uno de los más abundantes experiencialmente en mi vida y que los temas terapéuticos burbujearon con ansia, tomé la decisión de disminuir la prioridad del Diálogo Existencial al ralentizar la frecuencia de publicación de contenidos. Sin embargo, aun desde el silencio, busqué hacer pequeños guiños durante el año, principalmente de las lecturas que me acompañaron.
Lo anterior no significa que no di seguimiento al interés que tienen ustedes por este espacio. Respondí a cada correo que recibí; comenté toda pregunta originada en redes sociales. También, pude observar con gusto cómo distintos usuarios de Latinoamérica mostraron interés por los contenidos del sitio: Colombia, Argentina, Chile y Perú encabezan la lista, no sin menos interés por usuarios de Ecuador, Uruguay, Venezuela y Bolivia. Nuestra lengua hispana nos facilita el encuentro aunque no excluye un interés por personas en otras naciones, como son: Estados Unidos, Brasil, India, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, Francia, entre otros muchos.
Puedo notar también cómo el crecimiento del tráfico en el sitio durante el 2017 fue significativamente superior en comparación a los años anteriores. Por ejemplo, el mes pasado se registraron casi 12,000 vistas al Diálogo Existencial versus el máximo histórico que fue justo en noviembre del 2016 con 6,000 visitas. El año 2017 cerrará habiendo recibido ¡88,000 visitas totales! No quiero que este sea un alardear vacío sino mostrar la aparente relevancia del sitio (y sus contenidos) dentro del espectro del interés que se tiene por la psicoterapia existencial y/o temas afines.
Y aquí me gustaría pedir una disculpa para aquellos que llegan al Diálogo Existencial por un interés filosófico. Respeto y aprecio demasiado ése saber como para no reconocer y mencionar lo limitado que puede ser el Diálogo Existencial en sus argumentos filosóficos (si es que éstos siquiera existiesen). No en tanto, como he tratado de mostrar en sus ejes fundamentales, no concibo una Psicoterapia Existencial que desdeñe el saber filosófico (su lectura, meditación, exégesis y crítica). Si el Diálogo Existencial pone especial énfasis en la reflexión filosófica —en las citas venidas de los diferentes pensadores (sean éstos filósofos, literatos, periodistas, etc.) y en un esfuerzo por pensar desde una crítica a la cultural— es porque en mi particular manera de entender mi profesión uno no debería quedarse con tan poco teniendo tanto de donde nutrirse. Con esto quiero decir: una psicoterapia que parte y termina en la psicología me parece que corre el riesgo de caer en un conocimiento tautológico (cerrado en sí). En contraste, la reflexión filosófica se antoja peligrosamente infinita en referentes.
En fin… el año 2017 ha terminado hace apenas unas horas. No quería dejar de agradecer su interés a aquellos que han frecuentado el sitio durante estos años. Les reitero mi deseo de saber de ustedes, de entablar diálogos que nos permitan comprender juntos un poco más, no sólo de esta apasionante vocación de ser psicoterapeuta, sino de recibir con apertura (no sin temor) el misterio que nos cobija.
Quedo de ustedes por WhatsApp en el (+52) 55 1363 0218 o en mi correo personal gilberto@dialogoexistencial.com
¡Saludos!
Gilberto Santaolalla Loureiro
Santander #80, Col. Insurgentes Mixcoac.
Ciudad de México, MÉXICO.